Fuimos a este lugar hace unas semanas, ubicado muy cerca del
Portal La Dehesa, en Santiago. Queda en un pequeño conglomerado de restaurantes
a pasos del mall, con estacionamiento privado.
Tengo que decir que el viaje fue bastante largo, queda lejos
de nuestro punto de partida en Providencia. Pero no había tanto tráfico ya que
era domingo.
No tuvimos problema para encontrar mesa. Se sabe que hay que
tener mucha suerte o mucha paciencia para comer aquí. Era pasada la hora de
almuerzo, y éramos solo 2 personas. Pudimos ver como grupos grandes se iban
porque no había espacio para ellos.
Se trata de un lugar de tamaño mediano, todo adornado como
fuente de soda gringa de los años 50. Las sillas, mesas, decorado de las
paredes, avisos de neon, posters, uniformes de los meseros, mobiliario de la
cocina. Si hasta los mozos eran rubios y de ojos azules. Y cada mesa tenía su
rocola con un menú de canciones. Todo nos recordaba a USA, hasta que nos dimos
cuenta que la rocola no funcionaba (grande Chilito…).
El menú: no era muy variado, me refiero a que no tienen
pastas ni carnes ni pescados, lo cual me parece muy bien si se trata de una
fuente de soda. Tienen una buena cantidad de appetizers, hamburguesas con
ingredientes varios, sándwiches, bebestibles y postres, lo suficiente como para
no poder decidirte a la primera.
Para partir, ordenamos unas chili fries, un plato de papas
fritas con salsa de carne encima. La Lolo pidió una hamburguesa Route 66
(queso, cebolla, champiñones, mayo) y yo pedí una Rocket Double (clásica, con
tomate, lechuga, queso cheddar, cebolla y salsa especial).
Para beber, la Lolo
pidió un milkshake de vaililla y yo una coca cola con refill.
La comida: Todo excelente, muy sabroso, todo recién
cocinado, ingredientes de primera. De verdad una de las mejores hamburguesas
que hemos comido (y hemos comido bastantes…). No sé qué mas escribir aquí, las
palabras son insuficientes para describir la experiencia Johnny Rockets. Hemos
de destacar que no pedimos postre por problemas de capacidad estomacal. O pides
appetizer o pides postre…
Comentarios: en un momento comienzan a tocar “Get down
tonight” de KC & the sunshine band y todos (TODOS) los trabajadores
incluidos mozos y cocineros comienzan a bailar una coreografía, para entretener
a su público y dar ambiente. Muy novedoso, en Chile al menos.
No es barato, pero tampoco caro. Una hamburguesa estándar
cuesta alrededor de $5500, a eso le sumas un bebestible queda en 7 u 8 lucas
por persona. Si le sumas appetizer, postre o milkshake te sube mas.
Y el refill de bebida si funciona! Me habrán ofrecido más
bebida unas 3 a 4 veces.
En resumen, pasamos un momento muy agradable, comiendo muy
rico y en un lugar que te lleva a otra época.
Johnny Rockets, sin duda la nueva
embajada de USA en Santiago.
Local: 9
Atención: 10
Variedad del menú: 8
Comida: 10
Precio: $$$
Overall: 9
Volveremos?: definitivamente!
http://johnnyrockets.cl/
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